Del 13 al 21 de julio se vivió la segunda versión de las Misiones de Invierno, las que se llevaron a cabo en la comuna de El Quisco, región de Valparaíso y que se desarrollaron en alianza con la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Un total de 40 estudiantes de la UCT y la PUCV se unieron para dar vida a estas Misiones de Invierno con actividades en la Parroquia San Juan Evangelista de El Quisco, en la Capilla Inmaculada Concepción de Isla Negra, en la Capilla Nuestra Señora de la Merced de El Totoral  y en las villas Las Marinas y Padre Eduardo Alvear de la comuna.

“Las Misiones, corresponden a una acción que busca que los estudiantes se pongan al servicio de una comunidad eclesial y den testimonio del amor de Cristo a los demás, convirtiéndose en una experiencia que busca ayudarlos a crecer en su camino de fe. Además son una acción que permite a ambas universidades vincularse directamente con el territorio en el cual están insertas, atendiendo las necesidades humanas y espirituales de la comunidad y promoviendo el encuentro personal y comunitario con Cristo”, comentó Mauricio González, asesor pastoral de la UCT.

Entre las actividades que se realizaron se encuentran las visitas a los hogares del sector, visitas a enfermos, actividades con niños y niñas, encuentros con la comunidad, actividades socioambientales como reforestación de especies nativas e instalación de señalética en Humedal Quebrada de Córdova y limpieza de la playa principal de El Quisco.

”Ambas pastorales estuvimos trabajando sistemáticamente desde el mes de mayo visitando la comunidad parroquial de El Quisco y realizando encuentros formativos con los estudiantes… Desde un comienzo hubo una gran disposición por parte de la comunidad de El Quisco, desde su párroco hasta los agentes pastorales y comunidad en general, por recibir a los misioneros, quienes hicieron grandes esfuerzos como comunidad para poder recibir a este importante grupo de estudiantes. Por nuestra parte, pusimos todos nuestros conocimientos y herramientas como universidad para brindarles a los estudiantes una experiencia enriquecedora para su formación personal y profesional y para prestarle a la comunidad un gran servicio pastoral”, concluyó Mauricio González, asesor pastoral de la UCT.